
Desde el ejercicio
profesional del trabajo social, siempre se ha estado expuesto tanto a dilemas
éticos como morales, uno de los dilemas que más está presente en el desarrollo
de nuestro ejercicio profesional es la calidad de la intervención que podemos ofrecer
y si verdaderamente cumplimos con las expectativas de la comunidad y desde
luego con las nuestras.
Trabajo social es una
disciplina encargada de generar cambio social, de establecer formas de
mejoramiento de la calidad de vida de las personas y la mediación de conflictos
entre seres humanos, pero ¿qué tan efectivo es todo ese discurso?
Desde que iniciamos en el
programa de trabajo social vamos con la expectativa de generar grandes cambios
en el mundo y con la esperanza que algún día este sea un lugar más tranquilo y
menos contaminado de todos los problemas que en él se encuentran, sin embargo, vamos aprendiendo lo que
comprende el trabajo social, que para generar grandes cambios debemos hacer
pequeñas acciones que nos lleven a ese gran objetivo.
El trabajador social como
agente de cambio, busca como objetivo principal la intervención en procesos
donde se dé la transformación social, el fortalecimiento de la sociedad, la
generación de espacios de participación, el fortalecimiento y creación de nuevas
políticas. La gran cualidad del trabajador social se debe a la escucha, es la
que le permite sumergirse en una realidad y empezar a generar una empatía por
el otro y los problemas y necesidades que considera que tiene.
Por lo tanto la labor del
trabajador social no tiene finalidad, pero no es secreto que son muchos los
incrédulos, profesionales y grandes
empresarios que creen que pueden
sustituir o incluso eliminar al trabajador social, porque considera que su
labor no es necesaria; es nuestro reto cambiar esa percepción equivocada que
tienen de los profesionales sociales, desde nuestra labor el reto es lograr
intervenciones con resultados fructíferos no por la compañía, ni para la fama,
sino para nuestro quehacer y la
percepción que debemos dejarle a la comunidad a final es a ellos a quien nos
debemos.
Uno de los rasgos más
importantes del trabajador social se debe a la entrega que tiene por su trabajo
con el ser humano pues esta es la esencia del ser profesional de esta
disciplina, que aún está en búsqueda de una identidad firme ante la sociedad y
que permita abrirnos más espacios en los cuales podamos intervenir lo que
buscamos desde la profesión no es reconocimiento personal sino que lo que se
quiere lograr es el posicionamiento de esta disciplina como necesaria en los
aspectos sociales de la vida que permiten a las personas reconocer las
diferencias que tienen ante los demás, pero el profesional hace que esas
diferencias se unan y trabajen en equipo para la consecución de objetivos que
beneficien a una población completa.
La importancia de la labor
que realiza el trabajador social desde su rol como profesional en una
comunidad, se hace necesario toda vez que se genere con efectividad las
actividades que le son asignadas y los procesos culminen con éxito, sin embargo,
es necesario que socialmente se abran más espacios para poder realizar nuestra
labor, debido a que tenemos un espacio con técnicas y metodologías que solo le
pertenecen a la disciplina, teniendo en cuenta nuestra concepción sobre el otro.
Son muchos los retos que nos
quedan como trabajadores sociales, principalmente ahora que entramos en etapa
práctica, pues una de las cosas con las que más se lucha en el rol como
profesionales es con la ética, pues hay cosas que nos impiden realizar en ocasiones
nuestra tarea como debe ser, sin embargo, se
tiene la concepción de que lo
ético es lo correcto, pero también debemos entender que es el sentido de lo
correcto para el otro y tratar de que esas diferencias que nos aíslan nos
puedan unir y llegar a un acuerdo de conocimientos, conformar equipos de
trabajo que permitan que se generen ambientes saludables y productivos de
trabajo.
Los aportes que se han
realizado para concebir el rol de la profesión, Schütz, siguiendo a Weber,
plantea que las ciencias sociales se ocupan esencialmente de la acción social,
definiendo el concepto de “social” en función de una relación entre la conducta
de dos o más personas, y el concepto de “acción” como conducta a la cual se
adjudica un significado subjetivo.[1]cada que realizamos nuestro
trabajo nos enfrentamos a realidades diferentes, lo que hace que cada espacio
al que nos enfrentamos tenga su propio significado, debido a que la forma de
vivir, cultura, costumbres son diferentes en cada población a la cual llegamos a
realizar y desempeñar nuestro rol profesional.
El
reto que nos queda como profesionales es principalmente luchar con las políticas impuestas por los gobiernos
y los modelos económicos que solo benefician a unos pocos, nuestra principal
labor desde la ética es generar empoderamiento a las comunidades, pero eso se
logra también realizando cambios desde la cúspide de la nación, porque en
ocasiones el profesional hace lo posible para mejorar las condiciones de una
comunidad a través de las técnicas y metodologías que no terminan generando
buenos resultados debido al abandono estatal a algunas comunidades.
Para
concluir, es necesario revisar que cual es nuestra intención como profesionales
y mirar también que intenciones tiene la comunidad, de manera que se puedan
unificar objetivos que a pesar de que pueda haber diferencias es mirar como
esas cosas que nos aíslan nos puedan unir para generar planes que nos
beneficien a todos.
Otro
factor muy importante es el objetivo propuesto, en ocasiones el profesional
problematiza a la comunidad y no la escucha, sin embargo, es necesario fomentar
la participación del usuario en cualquier tipo de intervención.

También
es necesario tener clara nuestra meta como profesionales y no quedarnos nunca
en un solo lugar, la importancia del trabajos social se genera en la medida en
que el profesional también tiene la capacidad de innovar en los procesos y
metodologías de intervención ya que nuestras técnicas no son estandarizadas y
esa es una gran ventaja que tenemos frente a otras profesiones, tener en cuenta
que la profesión va cambiando constantemente debido a que las dinámicas
sociales también cambian, una de las mayores cualidades del trabajador social
debe ser, tener siempre su mente a vierta a los procesos de cambio social para
poder realizar un trabajo que de verdaderos frutos y una intervención que
cumpla con los objetivos pactados en el plan de acción.
[1] Falla R., Uva. 2017. “La intencionalidad de la
intervención del Trabajo Social”. Trabajo Social. Bogotá: Departamento
de Trabajo Social, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Nacional de
Colombia.
REALIZADO POR: CAROLINA AGAMEZ, JAIME ROJAS, WILMAR TAMARA, JORGE BUENO & LAURA IRIARTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario